En 2006 Frictional Games se dio a conocer con Penumbra y con Amnesia. Años más tarde se lanzó SOMA, quien prometía asustarnos de una forma diferente de la que hizo en su día Amnesia. Y hay que decir que lo ha conseguido con creces. SOMA cambia su enfoque. El verdadero terror no está en lo que ves si no en lo que te cuentan. SOMA no quiere asustarte, quiere perturbar tu mente con una genial historia de ciencia ficción.
EN SOMA adoptaremos el papel de Simon Jarett quien después de un chequeo médico, se despierta sin saber por qué en las instalaciones submarinas de Pathos-II, un centro de investigación destruido donde algunos robots han adquirido consciencia y personalidad propia y llegan a creer que realmente son humanos. Mientras que otros nos perseguirán para matarnos.
SOMA plantea preguntas de corte filosófico, siendo el concepto "Cogito Ergo Sum" creado por Descartes su influencia más poderosa. El juego nos plantea varias cuestiones clave. ¿Que es aquello que nos hace humanos? ¿Existimos realmente? ¿Si al morir pudiéramos trasladar nuestra consciencia y recuerdos a un robot o a la nube, seguiríamos siendo nosotros mismos? Preguntas que no solo tienen una difícil respuesta, si no que ninguna de estas es agradable en absoluto.
La ambientación es una de sus partes más importantes. SOMA es básicamente Amnesia pero pasado por el filtro de la ciencia ficción. Pero a diferencia de este, SOMA no pretende dar miedo con sustos, jumpscares o screamers que te saltan a la cara. El terror viene a través de su trama.
Y aquí es donde llegamos al punto diferencial de esta obra. Su historia. SOMA nos asusta a través de su narrativa y juega con el "Terror de Frigorífico". ¿Y que es este "Terror de Frigorífico"? Este tipo de terror se le considera un terror de efecto retardado el cual surge después de acabar la obra. Y para entenderlo os pondré un ejemplo.
Imaginad que vais al cine a ver una película de terror que no os ha asustado demasiado o donde han habido pequeños detalles que se os han pasado por alto. Al llegar a casa empezáis a pesar en esa película, y entonces el estómago se os revuelve, sentís un escalofrío por el cuerpo y os acordáis de los detalles más escabrosos de ese film. En ese momento es cuando os llega el verdadero terror. Y esto es algo que se grabará a fuego en la mente. SOMA juega con ese "Terror de Frigorífico" y lo hace de forma magistral.
Durante las 10 o 12 horas que dura la obra de Frictional Games, la historia no sufre ningún tipo de bajón de calidad. Y cuando crees que has entendido la trama, el guion se lanza de cabeza a la ciencia ficción más dura, con preguntas inquietantes que tienen una difícil solución.
SOMA se podría calificar como un Walking Simulator de terror donde cada cierto tiempo te topas con un monstruo que te obliga a esconderte y evitar pasar desapercibido. También encontraremos puzzles que pondrá a prueba nuestra habilidad. Estos puzzles no están ahí por que si, si no que surgen de forma orgánica y natural y sin obligarte a superar retos sin sentido.
Respecto a Amnesia se han perdido diferentes elementos como la búsqueda de yescas y aceite y la gestión del inventario. Pero esto no significa que sea un título más simple. Es diferente. Y de echo es muy superior a su antecesor.
SOMA se ha convertido por méritos propios en la sorpresa del Survival Horror de esta generación. Su mezcla perfectamente equilibrada entre la exploración, los puzzles y los momentos de tensión al encontrarte con un monstruo, junto a su inteligente historia, hacen que este título se sienta fresco hasta el final.
No revolucionará el género del Survival Horror y ni falta que le hace. SOMA consigue sorprender y sin necesidad de volverse repetitivo o convertirse en un clon de Amnesia. Si os gusta el terror, os costará encontrar títulos que sean mejores que este.